sábado, 4 de julio de 2015

Mercedes, Mercedes, Williams, salida de GB repite podio de Austria

- Por una diferencia de una décima, Lewis logra su Pole 46 y supera a Vettel en el histórico
- Williams le arrebata la segunda fila de la parrilla a Ferrari con Massa por delante de Bottas
- Sainz, el único Toro Rosso en la Q3, partirá octavo por detrás del Red Bull de Kvyat
- Alonso salió a tiempo tras sus problemas en los L3, pero cayó en la Q1, como Button

Están ahí. Llenando las gradas, ataviados con tus colores y ondeando tu bandera. Gritando cada vez que ven tu nombre junto a la 'P1' y lamentándose con cada chillido que sale de tus ruedas. Son tu afición, los que te apoyan y, aunque queden lejos de tu coche, te dan una potencia extra que no recoge ninguna telemetría. Eso es lo que pasa cuando un piloto corre en su casa, y en Gran Bretaña, Hamilton corre en la suya.

Ese puede ser uno de los motivos de mayor peso para explicar el por qué Lewis pudo subirse en el morro de su Mercedes y dedicar su octava Pole del año, la 46ª de su trayectoria con la que deja atrás a Vettel, a su público. Y es que Rosberg le había mojado la oreja al británico casi en cada ocasión que podía hacerlo. Solo en los L3, y por los problemas hidráulicos de Nico, el '44' pudo poner su nombre por delante. Hasta que llegó la Q3, y con ella una décima.

Una distancia mínima que representa a la perfección la tremenda igualdad que hay entre las flechas de plata en Silverstone y ese empuje extra que dan los que te animan desde la grada. Un margen que Hamilton estableció en su primer intento en la última ronda de la clasificación y que Rosberg no pudo recortar en un extraño final en el que prácticamente ninguno de los diez coches que estaban en el asfalto pudo mejorar su tiempo.

sil-q-laf1.pngAdemás de los Mercedes, en esa lucha final resaltaron unos coches de blanco impoluto: los Williams. Suelen ir de menos a más, jugando a una especie de escondite del que no siempre han salido bien parados. Pero en suelo inglés hicieron algo que no lograron en las ocho primeras citas: desterrar por completo a Ferrari de la segunda fila de la parrilla. Aquí, su motor va como un tiro y recuerdan a la mejor forma del 2014, cuando eran los mejores del resto.

De este modo, Massa, al que le gusta dar su mejor versión los sábados, y Bottas partirán en la carrera de mañana por delante de Räikkönen y Vettel. Equipos y parejas intercambiadas, ya que tampoco es común ver a Kimi ganar a Sebastian un sábado. Solo lo había hecho una vez (en Canadá) y, cuando más presión tiene sobre sus hombros con los continuos rumores sobre su futuro, ha pegado el golpe en la mesa. A ver si el mito de 'Iceman' al final resulta ser cierto…

Detrás de ellos, llega el protagonismo de los motores Renault y de Hülkenberg, que caminan de la mano en este Gran Premio. El de Kvyat es el primer coche marcado con el rombo, pero por un pestañeo de 13 milésimas respecto a un siempre sobresaliente Sainz. El español, único representante de Toro Rosso que se plantó en la Q3, se sacó una vuelta sensacional para dejar en evidencia a Ricciardo y casi hacerlo con Kvyat. Ahora le queda rematar la faena con puntos.

Al australiano le invalidaron su último crono, con el que tampoco habría superado a Carlos, por salirse con las cuatro ruedas en la 'Copse', algo que no dejó de pasar durante todo el sábado. Hablábamos de Nico y su Force India, ese que estrena evolución y morro con asideros y que empieza a reflejar un incipiente crecimiento, al menos en las manos del alemán, porque Pérez se quedó a las puertas de la Q3 en favor de Sainz.

Quien tampoco tuvo ocasión de pasar el corte en la Q2 fue un enojado Verstappen, quien se quejó amargamente y sin remedio de falta de tracción e inestabilidad en la parte trasera de su STR10. Le dolerá más cuando vea que su compañero saldrá cinco posiciones por delante. A quienes ya no duele tanto ver, porque resulta evidente y porque es costumbre, es a McLaren. Perdieron la batalla con Sauber y se quedaron de nuevo fuera en la Q1 con ambos coches. 

Alonso llegó de milagro a la clasificación tras tener el coche a medio montar 15 minutos antes por una fuga hidráulica que apareció en los L3, y todo para sufrir la enésima decepción del año. Tampoco quedaron contentos en Lotus, fuera de la Q3, ni Merhi, que no encuentra explicación a los dos segundos que le separaron de Stevens. Ni él, ni nosotros. Eso sí, quizá mañana sepamos explicar el 'ERS extra de la afición', aunque Rosberg no será un invitado cualquiera.