La preocupación se instaló en el box de Mercedes después de la clasificación del GP de Italia. Un problema en la recién estrenada unidad de potencia de Rosberg, esa que es la última evolución del equipo de la estrella tras gastar los siete 'tokens' que tenían disponibles, obligó a Nico a correr con la especificación anterior de Spa con el consiguiente hándicap en su lucha contra Hamilton. Este hecho encendió las alarmas por si a Lewis se le pasaba algo parecido.
Pues bien, ya pueden respirar tranquilos. Horas antes de la salida de la duodécima carrera del año en Monza, la formación alemana informó que la causa del fallo en el propulsor de Rosberg se debió a "una fuga en el sistema de refrigeración". "Esto dio lugar a la contaminación del motor, no es un problema con el motor en sí. Esa unidad se inspeccionará en los próximos días para determinar si puede ser utilizada de nuevo", señala un portavoz.
De esta forma, se descarta por completo que la unidad de potencia de Hamilton tenga algún tipo de problema en ese sentido y podrá salir desde la Pole, algo que llegó a ponerse en duda en ciertos momentos al contemplar un posible cambio de motor. A pesar del contratiempo de Rosberg, en Mercedes confían en su fiabilidad: "Nunca se puede decir nunca en cuanto al riesgo de que se repita, pero esa parte del diseño que no ha cambiado desde 2014".
