Ni en el guion más trágico se hubiesen imaginado los hombres de Mercedes dar por concluido el GP de España con ambos coches en la primera vuelta. A la salida de la curva tres, un movimiento de Hamilton para adelantar a Nico Rosberg acabó en accidente de los dos W07 y el consiguiente abandono de ambos. La posterior investigación de los comisarios no ha arrojado ninguna sanción para ambos pilotos.