miércoles, 18 de enero de 2017

Liberty Media, nuevo dueño del serial Formula 1

Los accionistas de Liberty Media aprobaron este martes la compra de la Fórmula 1, que pasará a estar bajo control estadounidense tan pronto obtenga el visto bueno de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).

Durante una asamblea general extraordinaria en la sede del grupo en Englewood (Colorado, oeste), los accionistas dieron su anuencia a la operación, de 8.000 millones de dólares, que había sido anunciada en septiembre, lo que coloca a uno de los deportes más observados del mundo bajo el control del magnate John Malone.

Liberty Media creará una nueva entidad llamada Formula One Group, que manejará las actividades y los derechos de la máxima disciplina del automovilismo, y a cuyo frente colocarán al magnate de los medios Chase Carey, ex brazo derecho de otro gigante de la prensa, Rupert Murdoch, para quien desarrolló la cadena Fox Sports.

Liberty Media compra la F1 al fondo de inversión CVC Capital Partners, que la controlaba desde hacía más de 10 años, en colaboración con Bernie Eccclestone, de 86 años.

En los últimos 30 años, Eccclestone convirtió a la F1 en una de las disciplinas deportivas más rentables del mundo.

La F1 "implicaba en 2016 a cinco continentes, 21 países, 21 carreras, 400 millones de seguidores y una población muy interesante para los patrocinadores y los anunciantes", celebró recientemente Gregory Maffei, director ejecutivo de Liberty Media, en una conferencia con analistas.

"Es muy poco frecuente, casi imposible, poder comprar una franquicia deportiva de la talla de la Fórmula 1. No se pueden comprar los Juegos Olímpicos o la FIFA", indicó.

Liberty Media confirmó este martes su intención de finalizar la compra antes de finales de marzo, justo a tiempo para el primer Gran Premio de la temporada, el 26 de marzo en Australia.

La F1 atraviesa un momento difícil, con un público cada vez menos numeroso, tanto en la televisión como en las pistas.

A los gerentes de los circuitos cada vez les cuesta más reunir las suculentas sumas reclamadas para tener el derecho de acoger a los alrededor de 20 automóviles de cada carrera, pilotados por campeones como Fernando Alonso, Sebastian Vettel, Lewis Hamilton y Nico Rosberg, vencedor de la competición el año pasado, que anunció su retiro, a los 31 años.

- Lento declive -

Malasia anunció que no albergará más Grandes Premios después de 2018, el GP de Inglaterra en el mítico circuito de Silverstone está amenazado, y Alemania volverá a estar ausente en el calendario este año, pese a que cinco de los últimos siete títulos se los llevaron pilotos germanos y de que Mercedes la reina de las carreras.

Para frenar este lento declive, Liberty Media quiere aumentar el número de carreras, sobre todo en Estados Unidos. Este año hay 20 programadas, y solamente una de ellas en territorio estadounidense, en Texas en octubre.

Pero no solo habrá que convencer a la FIA, sino también a la decena de escuderías que participan, en un momento en que se aproximan las negociaciones sobre el reparto de los 1.800 millones de dólares generados al año por este deporte. El acuerdo actual expira en 2020.

El reparto actual es muy desigual: las principales escuderías, como Ferrari, Mercedes, Red Bull y McLaren, se llevan la mejor parte, y las pequeñas se tienen que contentar con las migajas. Dos de ellas, Force India y Sauber, ya denunciaron esta desigualdad ante la Comisión Europea.

Liberty Media también quiere aumentar los ingresos procedentes de la retransmisión de las carreras a través de las cadenas de televisión de pago, lo que actualmente representa un 30% del total. Esto amenaza con reducir aún más el número de espectadores y disgustar a los anunciantes.

Para superar este escollo, los nuevos propietarios de la F1 evocan el desarrollo de aplicaciones digitales que mezclen las carreras con la realidad aumentada y virtual para atraer a un público cada vez menos dispuesto a sentarse pasivamente ante el televisor a mirar unos autos dando vueltas. Y también para atraer más anunciantes.