sábado, 23 de junio de 2018

McLaren fuera en Q1

- Los dos vehículos del histórico equipo británico fueron eliminados en la Q1

Como una tormenta perfecta. McLaren firma uno de sus peores resultados en clasificación justo cuando la vieja guardia del equipo comandada por un hombre que tuvo que salir por la puerta de atrás como Martin Whitmarsh lanza una agresiva ofensiva contra los actuales dirigentes, con el benemérito y ayuda de la prensa británica.

Lo cierto es que el resultado no ha podido pillar por sorpresa a nadie. En Mónaco no se cumplieron las expectativas y en Canadá ambos pilotos estuvieron cerca de caer eliminados en primera ronda de clasificación, justo como ha ocurrido en este Gran Premio de Francia, donde solo estuvieron por delante de la gran decepción de la temporada, el equipo Williams.

McLaren prometió una gran mejora, un concepto de parte delantera que marcaría tendencia y sería copiado por el resto de equipos. Cierto es que dicho concepto parecía revolucionario. Pero desde su estreno, que debía haber sido en Australia y se pospuso hasta España, no ha mostrado ningún tipo de mejora.

Lejos de eso, los males del McLaren parecen haberse acrecentado. Alonso, que comenzó el año como el primero del resto, afianzando al equipo en una cuarta posición que parecía que iba a poder mantener, ya no puede ni pasar a la Q3, superado por Toro Rosso, por Sauber y por una Force India que lo está pasando mal en Francia.

Las actualizaciones, lejos de arreglar los problemas de tracción en curvas de baja velocidad, parecen haber aumentado otro tipo de problemas, como la falta de velocidad punta. Boullier aseguró en repetidas ocasiones que estaban trabajando en ello, pero en estos momentos, se duda de que McLaren sea capaz de conseguir algo.

Todo, en la misma semana que McLaren tuvo una fuerte presencia en Le Mans, con un visible Zak Brown y con su piloto, Alonso, foco de las miradas. Momento aprovechado por la oposición para atacar, para desestabilizar. Algo que, dicho sea de paso, el actual equipo directivo parece ponérselo muy fácil.

Los pilotos han avisado. No hay velocidad y la carrera será un trenecito. Hasta la esperanza de principio de temporada parece haberse esfumado. Lo más frustrante, es que en fábrica se está trabajando a destajo, y pese a todo, no encuentran el camino. Los próximos capítulos no prometen ser muy positivos. McLaren