
Si quería tener alguna mínima opción de amargarle la existencia a su compañero era lo que tenía que hacer. Lograr la Pole era una obligación. Y Rosberg no defraudó. Se vistió con sus mejores galas para ir acorde con el escenario de película de Yas Marina, respiró dos veces y atacó el crono consiguiendo acabar como el más rápido en la jornada del sábado por, nada menos, que undécima vez de la temporada. Nico no ha tenido rival en calificación.