viernes, 30 de enero de 2015

Fernando: Un nuevo desafío, Parte 4

La llegada de Fernando Alonso a McLaren en 2007 se celebró con uno de los lanzamientos de nuevo monoplaza más grandes y más extravagantes de la historia de la Fórmula 1. Más de 100 000 personas se agolpaban para ver la demostración urbana de F1 con el español Fernando Alonso y el novato Lewis Hamilton al volante de los dos monoplazas de F1 de McLaren en las calles iluminadas de Valencia, una ciudad en el Mediterráneo que se ha transformado por completo gracias a un plan de obras masivo.

El espléndido lanzamiento, en el que los asistentes también pudieron disfrutar de unos gigantescos fuegos artificiales y una actuación del Circo del Sol, corrió a cargo del nuevo patrocinador de título del equipo, Vodafone, y del ayuntamiento de Valencia. La llegada de Alonso ponía de manifiesto los ambiciosos planes del equipo de volver a conquistar el título.

Alonso habló de su deseo de seguir mejorando tras su doble éxito pasado y añadió que McLaren, con su minuciosidad y gran determinación por ganar, era el equipo perfecto para conseguirlo.

“De hecho lo llamo el “nuevo equipo de McLaren” porque realmente parece un nuevo equipo con todos los nuevos patrocinadores que están llegando”, comentó Fernando durante las pruebas de pre-temporada. “Todo el mundo está emocionado con la nueva temporada y el nuevo proyecto. Tras haber logrado pocos éxitos últimamente, la gente siente que este año la suerte va a cambiar.” Lewis Hamilton, un novato de 22 años, acompañaba a Alonso en este nuevo capítulo de su carrera. El piloto británico había hecho una excelente temporada en la GP2 el año anterior, y de repente se encontraba en un equipo líder de gran premio pese a no tener experiencia en la Fórmula 1.

“Creo que Lewis será una buena ayuda”, dijo Alonso a principios de 2007. “Es joven y rápido, así que podrá aportar ideas nuevas, ya que a veces a los equipos de F1 les cuesta salirse de su forma habitual de trabajar.”

La temporada empezó muy bien para Alonso tras quedarse segundo en Australia y llevarse la victoria para McLaren con una excelente carrera en Malasia. Dos carreras más tarde, se llevó el Gran Premio de Mónaco por segunda vez, renovando así sus credenciales como el piloto más habilidoso del mundo. Estaba claro que el español estaba encantado con su comienzo en 2007.

“Estoy muy contento con mis victorias, porque mi objetivo personal para toda la temporada era ganar una carrera”, comentó Alonso.

“El año pasado, McLaren no era un equipo tan competitivo y pensé que sería duro. Quizá es porque hemos tenido buena suerte, o quizá es porque todo el equipo ha trabajado duro para ser tan competitivos en tan poco tiempo.”

La valentía de Fernando quedó demostrada en Nürburgring cuando adelantó al Ferrari de Felipe Massa por el exterior de la curva cinco (levantando las ruedas cuando llegaba a la meta), con los consecuentes gritos de Massa cuando ambos iban a por el podio.

Fue la primera de las muchas disputas ese año. A medida que pasaba la temporada, la confianza de Lewis Hamilton mejoraba, y empezó a acercarse a su distinguido compañero de equipo. Tras la victoria de Fernando en Mónaco, Hamilton se quejó de que el equipo le prohibía intentar conseguir la victoria, y estaba claro que la lucha interna estaba teniendo un efecto desestabilizador para el equipo. Si todo el mundo sabe que el objetivo último en la Fórmula 1 es conseguir la victoria para el equipo, también son bien conocidas las rivalidades entre compañeros.

“Siempre ha habido rivalidades entre mis compañeros de equipo y yo, y este año ocurrirá lo mismo con Lewis”, comentó Fernando en 2007. “Creo que esto ayudará al equipo en el desarrollo del monoplaza, porque ambos podemos luchar por algo grande. Está claro que Hamilton ha hecho un buen trabajo hasta ahora. Pero a mí me han metido siempre mucha presión a lo largo de mi carrera, en especial a comienzos de temporada. En 2004, con Jarno [Trulli], yo iba 9 puntos por detrás tras 10 carreras.”

Tras las victorias de Lewis en Montreal y en Indianápolis, la pareja de pilotos se vio envuelta en un duelo que influenciaría el desenlace del campeonato del mundo de pilotos de aquel año. Como telón de fondo, su competición en pista se veía ensombrecida por un drama político.

Los periodistas disfrutaban con la rivalidad entre los dos compañeros de equipo, tanto dentro como fuera de la pista, hasta el último momento del campeonato del mundo. Sin embargo, en realidad siempre tuvieron una admiración sana el uno por el otro.

“Nos guardamos respeto el uno al otro”, dijo Alonso un par de años más tarde. “Durante 2007 solíamos decir: “Oye, estamos compitiendo el uno contra el otro. Estamos compitiendo por el campeonato. Tú quieres ganar, yo quiero ganar, y así son las cosas.” Pero era lo normal y no tuvimos problemas. Mis problemas con el equipo fueron de otra naturaleza, pero no tenía problemas con Lewis.”

Y cuando a Lewis le preguntaban sobre Fernando, solía responder lo mismo: “Sin lugar a dudas, es el mejor piloto contra el que he competido. Sales a los entrenamientos, haces una buena vuelta, vuelves y te enteras de que él ha sido un poco más rápido que tú. Y te dices: “¡Madre mía, eso sí que era una vuelta buenísima!”

Al final de aquel año, Alonso había conseguido cuatro victorias, ocho podios, dos poles y tres vueltas más rápidas. Iba tercero en el campeonato y, al final, iba tan empatado con su compañero de equipo que acabaron con los mismos puntos. Lo frustrante fue que ambos terminaron tan sólo un punto por detrás del que sería campeón, el Ferrari de Kimi Räikkönen.

“Aprendí muchas cosas ese año”, comentó Fernando, quien volvería a Renault en 2008. “Sobre todo sobre aspectos técnicos del coche, el montaje y la forma de trabajar en un gran premio. Los mecánicos de McLaren tienen una filosofía diferente de los demás en cuanto al desarrollo del coche. En Renault siempre trabajábamos en la misma área, mientras que en McLaren se prueba con varias. Ahora y tras mi periodo con McLaren, soy mejor piloto, porque tengo mucha más experiencia.”

Tras su vuelta con Renault se llevó algunas victorias más, pero los monoplazas de las dos temporadas siguientes no fueron lo suficientemente rápidos y el fabricante francés se retiró de la Fórmula 1, lo que dejó a Alonso a la búsqueda de otro equipo.

En 2004, el presidente de Ferrari, Luca di Montezemolo, había visto a Fernando y comentó: “Es un candidato para el futuro. Tiene un talento fantástico, pero por ahora hay que darle tiempo…” Tras dos títulos del mundo, un casi tercero para McLaren y varias victorias con vehículos poco competitivos en Renault, ya se le ha dado tiempo al tiempo. Y Fernando se enfundó uno de los famosos monos rojos para intentar llevarse ese escurridizo tercer título del mundo.

famh