Fernando Alonso había cuajado un gran ritmo con su MP4-30 en el Gran Premio de Mónaco hasta que una rotura en la caja de cambios le ha obligado a aparcar su monoplaza en la vuelta 43. Asentado en la novena posición por detrás de Jenson Button, y en busca de un ritmo competitivo en los instantes finales de carrera con el compuesto superblando, el asturiano se marcha del Principado con el casillero de puntos aún por estrenar tras sufrir su tercer abandono de la temporada.
"Fue algo en la caja de cambios. He dejado de frenar en la primera curva, y menos mal que había una escapatoria. El coche no cambiaba y tuvimos que retirarnos. Es una pena porque estábabamos ambos coches en los puntos. Otra vez será. Hicimos buena salida, nos aprovechamos de alguna posición que nos dejaron libre, pensábamos ir mas largos con los duros y parar la vuelta 40-50, pero hoy la verdad es que iban demasiado lentas y decidimos cambiar al superblando, que iba más rapido. En la segunda parte íbamos a ir mas rápido, pero ya con esas posiciones bien marcadas", ha destacado tras finalizar la prueba.
El hecho de abandonar en el día de hoy no es un motivo de extrema preocupación para Alonso, quien insiste en que esta serie de problemas de fiabilidad son bienvenidos si les llevan a la dirección adecuada para mejorar el monoplaza durante el año y luchar por el título mundial a partir de 2016: "No me juego el mundial ni nada. Quiero estar en coche para el campeón año que viene, y en éste aún tenemos que descubrir muchas cosas", reflexionaba el ovetense.Alonso había sufrido anteriormente una penalización de cinco segundos por tocarse con Hülkenberg en la primera vuelta. Preguntado por su visión de los hechos, el de McLaren ha sido tajante: "O desaparezco en ese momento y me hago invisible, o sino no sé exactamente qué esperában que hiciese. Cuando nos tocamos, pregunté si tenia el coche dañado, y de hecho casi me esperaba sancion para Hülkenberg. Seguramente no podiamos pasar ambos por la curva, y por el exterior era un poco optimista por su parte", comentaba.
"Me quedo con que hay que mejorar mucho. Ser octavos, novenos, ir más rápido... importa relativamente, porque ahora tenemos mucho por hacer en materia de motor, prestaciones, fiabilidad y aerodinámica. Tenemos un plan bastante agresivo. Austria será una carrera clave, Hungría será una carrera importante... eso es con lo que me quedo; ir más o menos rápido hoy o encontrarte mejor con el coche siempre está bien, pero es una prioridad bastante baja", insiste.La progresión del MP4-30 es uno de los aspectos positivos que extrae Alonso de este fin de semana: "Estábamos a cuatro segundos en Australia, y ahora tenemos a los dos coches entre los diez primeros. Por tanto, diría que la progresión es extraordinaria, pero también tenemos que poner la fiabilidad en el saco. En la carrera de Barcelona vine caminando mientras todos estaban corriendo, en la clasificación de ayer también... Mejor que pase este año y no el que viene cuando ojalá esté luchando por ser campeón".
Con vistas al próximo Gran Premio de Canadá, el asturiano predice un fin de semana complicado: "No espero milagros. El coche ha dado un paso con las mejoras, y veremos cómo nos defendemos. Es un circuito de media carga donde usaremos alerones entre los de Monza y los normales. Veremos", concluía.
