Lewis Hamilton lo tenía todo de cara para llevarse la Pole Position en el Gran Premio de Hungría, pero una bandera roja en su última vuelta rápida le ha impedido mejorar las décimas de segundo que hubiera necesitado para mantener a Nico Rosberg bajo control. El inglés arrancará mañana segundo, pero no está preocupado por su posición de inicio.
Hamilton había hecho un gran primer sector y se disponía a mejorar también en el segundo, pero ha tenido que levantar el pie del acelerador después de encontrarse con un Fernando Alonso que había trompeado al forzar demasiado el McLaren con neumáticos de seco en una pista aún húmeda.
Más fortuna ha tenido Rosberg, quien le ha arrebatado la plaza a su compañero de filas instantes después. El alemán asegura que ha levantado el pie al pasar por la zona delimitada como peligrosa. Dada la naturaleza del Hungaroring, que es un circuito donde adelantar es prácticamente imposible, es un resultado que fuerza exponencialmente sus opciones de cara a la cita de mañana.
"No sé lo rápido que venía Nico, pero yo tenía el primer sector, tenía cuatro décimas", ha explicado Hamilton. "La sensación es que la vuelta era buena. Un poco de mala suerte con Fernando, pero estas cosas pasan. No estoy demasiado preocupado. Ha sido una sesión complicada y lo he hecho lo mejor que he podido. Todavía tenemos una larga carrera para mañana, así que lo daremos todo ahí".
