Como prácticamente la totalidad de equipos de la actual Fórmula 1, Ferrari introdujo durante el pasado Gran Premio de España una serie de mejoras en su vehículo. Aunque la atención la captó el espejo retrovisor anclado al ‘halo’ y su polémico aletín extra, hubo cambios más importantes, como el localizado en la suspensión trasera.La suspensión es uno de los elementos críticos en un vehículo, y más en uno de competición. Un pequeño cambio puede variar completamente el comportamiento del vehículo y su competitividad. Por este motivo, no es de extrañar que después de la pérdida de rendimiento que Ferrari sufrió en la última carrera respecto a Mercedes,hayan surgido dudas respecto a las mejoras implementadas.
Las dudas se han trasladado hasta el Gran Premio de Mónaco, donde Ferrari aprovechó la jornada del jueves para probar el antiguo sistema de suspensión, al usado durante las primeras carreras, regresando finalmente durante este sábado al sistema nuevo, que usarán durante el resto del fin de semana.
Ferrari está en Mónaco por delante de Mercedes, si bien era algo esperable pues el fabricante alemán no se ha adaptado históricamente a este circuito, y aunque ha conseguido victorias en momentos dominadores, estas eran las más ajustadas de todo el año. No se descartan más pruebas en circuitos más convencionales, como próximamente en el de Gilles Villeneuve, en Canadá, o a continuación en Paul Ricard o el Red Bull Ring.
El equipo rojo se está esforzando al máximo por no perder el tren en la lucha por el campeonato, tal y como le acabó ocurriendo el pasado año, por diversos motivos, cuando comenzó la gira asiática, hacia el final de temporada. Ferrari
